domingo, 30 de diciembre de 2018

SUBORDINADAS ADJETIVAS DIFÍCILES 4º ESO

1.- El peludo rocín bajaba la cuesta a un trote cochinero que desencuadernaba los intestinos del jinete que lo dirigía.
2.- Al final de la cuesta pudo enderezarse el jinete sobre el aparejo cuya anchura inconmensurable le había descoyuntado los huesos que formaban todos la región sacro-ilíaca.
3.- El pinar no estaba muy distante y por el centro de su sombría masa serpenteaba una trocha angostísima, en la cual se colaron montura y jinete.
4.- El sendero era casi impracticable, pero el jaco, que no prometía nada bueno, avanzaba cabizbajo con suma precaución.
5.- Se le alegró el alma con la vista de un atajo que a su derecha asomaba entre los arbustos, mas en seguida percibió una cruz medio caída que lo asustó.
6.- Este tipo de cruces señalaba el lugar donde un hombre había muerto de forma violenta.
7.- A lo lejos aparecieron dos figuras que lentamente se acercaron y que parecían, por sus vestimentas, el amo de aquellas tierras y su criado.
8.- El hombre que venía delante tenía el rostro curtido y portaba sobre su hombro dos escopetas modernas.
9.- El segundo cazador era un hombre de edad madura y la ferocidad de su rostro traslucía un alma que vivía atormentada y que escondía un oscuro pasado.
10.- La dureza de la mirada con la que acogió al jinete no presagiaba una relación amistosa, sin embargo este sonrió y acercó su mano al lugareño que tan mal lo había recibido.

SUBORDINADAS ADJETIVAS FÁCILES 4º ESO

1.- Perdió la maleta en la que había guardado el ordenador.
2.- Encontró la parada de metro donde habían quedado.
3.- Las cosas que dices no me gustan nada, pero no voy a discutir contigo.
4.- Me escribió una carta con la pluma que le había regalado.
5.- Cada vez que te miro, descubro algo que me recuerda a tu madre.
6.- Volví a ver a mi prima con la que había pasado tantos veranos en la playa.
7.- El Quijote, cuyas páginas no todo el mundo ha leído, es la mejor novela de la literatura occidental.
8.- Vi aquella película de la que hablabas constantemente, mas a mí no me pareció tan extraordinaria.
9.- Cualquiera que te viera te daría una limosna.
10.- En aquella ocasión, cuando me enamoré de ti, no conocía exactamente tu situación personal.
11.- Explícame detalladamente la manera como tú cuidas las plantas.
12.- La batalla que inclinó la guerra a favor de los españoles y que fue el principio del fin de Napoleón fue la batalla de Bailén en 1808.

jueves, 27 de diciembre de 2018

GENERACIÓN DEL 27 POR ETAPAS (2º BACH)


CARACTERÍSTICAS GENERALES
·         Grupo de amigos que toman como referencia la poesía de Góngora y conmemoran el III centenario de su muerte (Ateneo de Sevilla).
·         Renovación de la poesía: fusión de las aportaciones de las vanguardias con la tradición poética española, tanto de la poesía clásica como de la poesía popular.
o   Empleo de la metáfora (influencia de Góngora) y de imágenes sorprendentes y libérrimas (Surrealismo).
o   Uso de una métrica variada: formas clásicas (sonetos, décimas…), popular (asonancia, romances…) y verso libre o versículos.
·         Preocupación por los aspectos formales de la poesía (muchos fueron profesores de Literatura).
·         Evolución general en tres etapas, pero cada uno tiene su camino particular y es muy rica la variedad de tendencias.

A) PRIMERA ETAPA. TENDENCIAS
1.- POESÍA VANGUARDISTA.
La influencia de las vanguardias se constata en todos los poetas del 27. La huella del Futurismo se observa en numerosos poemas de Fábula y signo (1931) de Pedro Salinas y son considerados ultraístas y creacionistas los libros de Gerardo Diego titulados Imagen (1922) y Manual de espumas (1924).
2.- POESÍA PURA
Casi todos se ven influidos (en la etapa inicial de su poesía) por el magisterio de Juan Ramón Jiménez. Sobre todo se manifiesta en los primeros libros de Pedro Salinas (Presagios, 1923 y Seguro azar, 1929), Dámaso Alonso (Poemas puros, poemillas de la ciudad, 1921) y, especialmente, en Jorge Guillén (Cántico, 1928).
3.-NEOPOPULARISMO
La poesía tradicional y el folclore sirvieron de fuentes de inspiración para Rafael Alberti (Marinero en tierra, 1925), Federico García Lorca (Canciones, 1927; Romancero gitano, 1928 y Poema del cante jondo, 1931) y Gerardo Diego, que une al tradicionalismo, la influencia  del clasicismo (Versos humanos, 1925; Soria, 1923; Alondra de verdad, 1936).

B) SEGUNDA ETAPA: REHUMANIZACIÓN EN DISTINTAS TENDENCIAS
1.- SURREALISTA
            Pero sobre todo es el Surrealismo la vanguardia más fecunda: en Rafael Alberti (Sobre los ángeles, 1929), Luis Cernuda (Un río, un amor, 1929 y Los placeres prohibidos, 1931), García Lorca (Poeta en Nueva york, 1931) y Vicente Aleixandre (Espadas como labios, 1932; La destrucción o el amor, 1935).
2.- NEORROMANTICISMO
Pedro Salinas. Poesía amorosa (La voz a ti debida, 1934 y Razón de amor, 1936).
Luis Cernuda. Poesía intimista (Donde habite el olvido, 1935)
F. García Lorca. Poesía elegiaca (Llanto por Ignacio Sánchez Mejías, 1935). Poesía amorosa (Sonetos del amor oscuro, 1936).
3.- POESÍA SOCIAL Y POLÍTICA
Rafael Alberti. Poesía política (El poeta en la calle, 1936 y Entre el clavel y la espada, 1946*). *Escrito en esta etapa y publicado después.

C) TERCERA ETAPA (TRAS 1939). TENDENCIAS
 1.- POESÍA CLASICISTA-ARRAIGADA
Gerardo Diego. Canciones a Violante. (1959)  Versos divinos (1938-1971)
 2.- POESÍA DESARRAIGADA
Dámaso Alonso. Poesía existencial o desarraigada. (Hijos de la ira, 1944).              
Poesía religiosa (Oscura noticia, 1944; Hombre y Dios, 1955 y Duda y amor sobre el Ser Supremo, 1985).
Vicente Aleixandre. Continúa la influencia surrealista Sombra del paraíso (1944).
                Poesía solidaria o comprometida con los otros Historia del corazón (1954).
                Poesía existencial con toques surrealistas Poemas de la consumación (1968).
                Diálogos del conocimiento (1974).
3.- POESÍA EN EL EXILIO
Pedro Salinas. Poesía comprometida con la realidad (El contemplado, 1946).
Rafael Alberti  Poesía del exilio (Retorno de lo vivo lejano, 1952 y Baladas y canciones del Paraná, 1954).
                          Poesía a la pintura (A la pintura, 1952).
Luis Cernuda Poesía del exilio, influencia inglesa (Las nubes, 1943 y Desolación de la quimera, 1962).
Jorge Guillén Poesía dedicada a figuras de la historia, el arte y las letras (Homenaje)

MIGUEL HERNÁNDEZ (EPÍGONO)
Alterna un estilo cuidado y depurado con la fuerza y el desgarro.
·         1ª Etapa: Vanguardista y gongorina: Perito en lunas, 1934.
·         2ª Etapa: Poesía humanizada, clasicista y amorosa: El rayo que no cesa, 1936.
·         3ª Etapa: Poesía de combate: Viento del pueblo, 1937 y El hombre acecha, 1937.
·         4ª Etapa: Poesía intimista: Cancionero y romancero de ausencias, 1942.



NOVECENTISMO Y VANGUARDIAS (2º BACH)


Contexto histórico e intelectual
Estos movimientos se sitúan dentro del deseo de ruptura con la estética anterior (decimonónica, modernista o noventayochista), la I Guerra Mundial (1914-1918), el surgimiento de movimientos autoritarios, la revolución bolchevique de Rusia (1917), etc. En España coinciden con el reinado de Alfonso XIII, la intensificación de la lucha de clases (huelga general de 1917), la derrota de Annual (1921) y la dictadura de Primo de Rivera (1923-1930).
Tras la Gran Guerra y después de haber conocido el dolor y la inestabilidad de lo humano, se reniega del pesimismo finisecular y se entiende el arte y la literatura como juego distante y formal. Lo emotivo da paso a un intelectualismo.

NOVECENTISMO
Definición
Es un movimiento renovador que persigue una estética intelectual y racional alejada del sentimentalismo romántico, del realismo imitador, de la exuberancia modernista y de la subjetivad irracional del 98. Su nombre viene del término “novecientos” que alude a la nueva centuria.

Características
El Novecentismo agrupó a un conjunto de escritores nacidos alrededor de 1880. También se les denominó Generación del 14 por la gran repercusión que tuvo en ellos la I Guerra Mundial. Sus características son: cosmopolitismo, formación intelectual muy exigente, racionalismo (análisis frío y objetivo), antirromanticismo (se rechaza lo sentimental y lo pasional) y defensa del “arte puro” (arte por el arte). Transmiten sus ideas mediante revistas (Revista de Occidente). Es un estilo racional (menos emocional) y frío puesto que el autor se distancia de su obra.

Géneros y autores
En el ensayo destaca José Ortega y Gasset que fue el principal referente del Novecentismo (también se llamó Generación de Ortega). En su pensamiento filosófico conjuga racionalismo y vitalismo (la razón vital) y aparece una preocupación por el tema de España en España invertebrada (cada región y clase social busca su propio beneficio) y La rebelión de las masas (la mayoría, la masa, debe saber ceder el gobierno a una minoría egregia), y reflexiones sobre la estética (arte puro) en La deshumanización del arte (1925). Otros ensayistas fueron Eugenio D’Ors, Américo Castro, Sánchez Albornoz, Menéndez Pidal, Gregorio Marañón o Manuel Azaña (La velada en Benicarló y El jardín de los frailes –novela-).

Entre las características de la novela sorprende: su cercanía al ensayo (de ahí la importancia de la reflexión sobre la acción); el perspectivismo frente al narrador omnisciente realista, la renovación mediante el humor, la deshumanización y el lirismo.
Entre los autores señalamos a Pérez de Ayala por su novela intelectual y crítica (Belarmino y Apolonio y Tigre Juan), y Gabriel Miró por su novela lírica -continuadora del Modernismo- de escasa acción y con un léxico rico y de gran plasticidad (Nuestro padre San Daniel y El obispo leproso).

Juan Ramón Jiménez es el gran poeta de esta generación. Su poesía es una búsqueda de la belleza, de lo absoluto, de la perfección. Esto le lleva a reelaborar su obra constantemente y a recogerla en sucesivas “antolojías”. Los temas que aborda son: el amor, la belleza, la naturaleza, Dios y el ansia de eternidad.
Dividimos su obra en distintas etapas y en ellas destacamos sus obras más representativas:
-  Primera etapa (hasta 1915): modernista con Arias tristes (1903), La soledad sonora (1911), Platero y yo (1914), etc.
- Segunda etapa (1916-1936): intelectual con innovaciones vanguardistas y desaparición de la anécdota que conduce a una poesía esencial o poesía pura. Comienza con Diario de un poeta recién casado (1916) y Eternidades (1918), etc.
- Tercera etapa (desde 1936 hasta su muerte): suficiente, verdadera o espiritual. Son obras herméticas, difíciles, con una visión panteísta de la realidad y cierta proximidad al misticismo. Entre ellas sobresalen En el otro costado, Animal de fondo y Dios deseado y deseante.
Otro poeta de la generación, aunque con un estilo particularísimo fue León Felipe. Desarrolla sus temas: la justicia, la vida como camino, el exilio, la presencia y ausencia de Dios..., en libros fundamentales como Versos y oraciones del caminante y Ganarás la luz (entre otros).

VANGUARDIAS
Definición.
Entendemos como tales al conjunto de movimientos (ismos) que se desarrollan en el periodo de entreguerras y que pretenden romper con la concepción tradicional del arte y la literatura.

Características. Entre sus características destaca su convencimiento de que el arte no debe estar al servicio de la realidad y lo humano, sino que responde a una experiencia irracional; buscan sorprender; experimentan con nuevas formas y se presentan con manifiestos que a veces constituyen lo más interesante del propio movimiento.

Las vanguardias en Europa:
1.     Futurismo (1909). Creado por Marinetti, centran su interés en el progreso y el mundo moderno: la ciudad, el deporte, el automóvil, etc. Sorprenden por la libertad sintáctica y ausencia de puntuación.
2.   Cubismo (1907). Surge como corriente pictórica (Picasso). Descompone la realidad para luego componerla mediante el collage (mezcla conceptos, palabras, etc.). Lo más significativo fue el caligrama de Guillaume Apollinaire (“poemas pictóricos”).
      Expresionismo: (1910) De origen alemán, expresa su visión atormentada y exagerada de la realidad a través de la distorsión y de la experimentación en las formas. Muy fecundo en el cine, influye en los esperpentos de Valle-Inclán.
3     Dadaísmo (1916). Con el impulso de Tristan Tzara, se rebela contra las normas y los convencionalismos sociales, morales y estéticos. Rompe con la coherencia y la lógica para que aflore lo más íntimo del ser humano. Abre paso al Surrealismo.
4.     Surrealismo (1924). André Breton aplica al dadaísmo las ideas del subconsciente de Freud: con la liberación del subconsciente (impulsos vitales reprimidos por los convencionalismos) pretende la liberación total del espíritu. Se vale de la escritura automática, del collage, de imágenes visionarias, etc. El surrealismo influye en la Generación del 27.

Las vanguardias en España:
1.      Ramón Gómez de la Serna introduce las vanguardias en nuestro país. Su creación personal fueron las greguerías (metáfora humorística). También escribe novelas vanguardistas como El torero Caracho.
2.      Ultraísmo (1918). Vanguardia ecléctica que surge en España después de que Vicente Huidobro trajera los principales ismos europeos. Encabezada por Guillermo de la Torre pretende ir más allá (ultra) de la literatura vigente y del lenguaje poético (imágenes sorprendentes, yuxtapuestas, supresión de los nexos y de los signos de puntuación, etc.).
3.      Creacionismo (1919). Es una vanguardia más definida que recoge los elementos de la vida y los transforma para crear una realidad nueva (yuxtaposición de imágenes y metáforas inesperadas). El chileno Vicente Huidobro es su principal exponente y en España destacan Juan Larrea y Gerardo Diego. Su lema: crear lo que no existe.


MODERNISMO Y GENERACIÓN DEL 98 (2º BACH)

La literatura de principios del siglo XX surge como reacción contra el positivismo del siglo XIX, el espíritu materialista y utilitarista de los burgueses, y los movimientos estéticos que los expresaban (Realismo y Naturalismo). Por ello, la mayoría de los críticos no considera antitéticos a modernistas y noventayochistas, sino como tendencias de un mismo movimiento renovador que también se ha denominado Generación fin de siglo.

El Modernismo.
Es una corriente de renovación estética que surge en Hispanoamérica a finales del siglo XIX, cuyo máximo representante es el nicaragüense Rubén Darío, y que sintetiza distintas influencias, tanto de la literatura española (desde los medievales -Berceo y el Arcipreste de Hita- al posromántico Bécquer), como de la literatura extranjera (Poe, Oscar Wilde, etc.), y en especial de dos corrientes poéticas francesas: el Parnasianismo y el Simbolismo. Del primero, en el que destacó Gautier, recoge la concepción del arte por el arte así como el culto a la belleza, a lo sensorial y a la perfección formal recurriendo a motivos mitológicos y clásicos. Del Simbolismo, representado por Baudelaire, Verlaine o Mallarmé, adopta la idea de que bajo las apariencias del mundo subyace una realidad oculta a la que no es posible acceder a través de los sentidos (la de los sueños, sentimientos, etc.) por lo que solo puede sugerirse mediante símbolos (imágenes físicas que sugieren o evocan sentimientos, obsesiones, etc.)
Los temas presentes en el Modernismo son la angustia existencial (“el mal del siglo”), el gusto por lo decadente y por lo castizo, el intimismo y la introspección, y la evasión a ambientes exóticos, lejanos y cosmopolitas.
En cuanto al lenguaje, huyen del prosaísmo de la lírica decimonónica mediante un léxico colorista, sonoro y evocador en el que abundan símbolos, imágenes y sinestesias. El género más cultivado por los modernistas fue la lírica donde el ansia de renovación y el deseo de musicalidad de estos poetas les llevó a utilizar una gran variedad métrica en la que no faltaron los versos propios de la métrica castellana (octosílabo), de la métrica francesa (dodecasílabo) y de la métrica clásica basados en los pies acentuales. De las estrofas destacan los sonetos en alejandrinos.
Rubén Darío fue el mejor exponente del Modernismo y su obra atravesó dos periodos: uno de gran plasticidad y sonoridad con Azul (1888) y Prosas profanas (19896), donde culmina el Modernismo exuberante, y un segundo periodo más intimista y reflexivo presente en Cantos de vida y esperanza (1905).
En España, los autores modernistas más destacados fueron Villaespesa, Marquina, Manuel Machado (Alma), y parte de la trayectoria de Antonio Machado, Valle-Inclán, y Juan Ramón Jiménez (Arias tristes, Elejías, Platero y yo…).

La Generación del 98.
El núcleo de esta generación fue el grupo de Los Tres (Azorín, Baroja y Maeztu), a los que se unen Unamuno y parte de la obra literaria de Valle-Inclán y Antonio Machado. Con los antecedentes del Regeneracionismo y tras el desastre de 1898 y la pérdida de las últimas colonias (Cuba, Puerto Rico y Filipinas), adoptaron una actitud crítica ante la situación de crisis generalizada y proclamaron la necesidad de una literatura que denunciara el mal de España y propusiera soluciones.
Los noventayochistas trataron en sus obras del tema de España (regeneracionismo social, económico y político), de temas históricos y nacionales (búsqueda de sus raíces y descripción de las tierras de España, especialmente de Castilla) y en ellas manifestaron sus preocupaciones sociales y filosóficas.
En relación al estilo, y frente a la exuberancia modernista, se caracterizaron por un estilo natural y sencillo en el que primaron el contenido sobre la forma: lenguaje preciso y sobrio que exprese ideas.
Cultivaron todos los géneros, aunque prefirieron los subgéneros del ensayo y la novela. Los principales autores de este movimiento fueron:
Antonio Machado. Presenta una primera etapa modernista influida por el Simbolismo que queda reflejada en Soledades (1903) y que más tarde amplía en Soledades, galerías y otros poemas (1907) donde a través de temas como el paso del tiempo, la infancia, la muerte y Dios recorre “las galerías del alma” (se refugia en su yo interior). En Campos de Castilla (1912), segunda etapa, Machado se abre al mundo y se identifica con la gente y el paisaje castellanos (preocupación social y filosófica característica del 98). En la tercera etapa se intensifica la reflexión y las inquietudes filosóficas en Nuevas canciones (1924) y en Juan de Mairena.
Miguel de Unamuno. Fue filósofo y literato. Su obra refleja su pensamiento existencial contradictorio mediante antítesis, paradojas con una lengua precisa y ágil. Sus ensayos más destacados son Del sentimiento trágico de la vida (de carácter existencial) y En torno al casticismo (sobre el tema de España). En cuanto a sus novelas, Unamuno crea el concepto de intrahistoria con el que hacer referencia a la vida silenciosa de los millones de hombres que pueblan la tierra, y se inventa el término de nivola para referirse a sus novelas de carácter “poco novelesco” debido a la ausencia de acción que hay en estas y al interés del autor por reflejar en ellas los conflictos interiores de los personajes mediante el diálogo (de este tipo son sus novelas Niebla, La tía Tula, Abel Sánchez, San Manuel Bueno, mártir, etc.). Cultivó también una interesante lírica: Poesías, El Cristo de Velázquez…
José Martínez Ruiz, “Azorín”. Sus novelas y ensayos están teñidos de una gran melancolía por el paso del tiempo y en ambos el estilo es conciso e impresionista. Sus primeras novelas fueron de escasa narración y muy autobiográficas: La voluntad (1902) y Antonio Azorín (1903). Después recreó mitos literarios como en Don Juan (1922).
Pío Baroja. Sus novelas poseen una estructura abierta puesto que presentan una sucesión de escenas sueltas relacionadas por un personaje protagonista que se mueve por espacios muy diversos descritos unas veces de una manera impresionista y otras sórdida y naturalista (La Busca, 1904). Sus personajes pueden ser tanto hombres de acción, como Zalacaín el aventurero (influencia nietzscheana), como hombres abúlicos y pesimistas que se preguntan por el sentido de la existencia como lo hace Andrés Hurtado en El árbol de la ciencia (1911). Esta producción novelística se agrupó en trilogías (La lucha por la vida, Tierra vasca, La raza, etc.) y sus últimas novelas fueron históricas y de aventuras como Memorias de un hombre de acción.
Valle-Inclán. Su obra evoluciona de la prosa de ambientación modernista y decadente de las Sonatas (1902-1905), protagonizadas por su alter ego, el marqués de Bradomín, al esperpento, una estética deformante y caricaturesca con la que reflejó la realidad sociopolítica española mediante personajes deshumanizados convertidos en fantoches. Esta técnica aparece en Luces de bohemia, Tirano banderas y en la trilogía Martes de carnaval.

martes, 18 de diciembre de 2018

PEDRO SALINAS


Navacerrada, abril 

Los dos solos. ¡Qué bien 
aquí, en el puerto, altos! 
Vencido verde, triunfo 
de los dos, al venir 
queda un paisaje atrás; 
otro enfrente, esperándonos. 
Parar aquí un minuto. 
Sus tres banderas blancas 
-soledad, nieve, altura- 
agita la mañana. 
Se rinde, se me rinde, 
ya su silencio es mío: 
posesión de un minuto. 
Y de pronto mi mano 
que te oprime, y tú, yo, 
-aventura de arranque 
eléctrico-, rompemos 
el cristal de las doce, 
a correr por un mundo 
de asfalto y selva virgen. 
Alma mía en la tuya 
mecánica; mi fuerza, 
bien medida, la tuya, 
justa: doce caballos. 

  Ayer te besé en los labios 
Ayer te besé en los labios. 
Te besé en los labios. Densos, 
rojos. Fue un beso tan corto, 
que duró más que un relámpago, 
que un milagro, más. El tiempo 
después de dártelo 
no lo quise para nada ya, 
para nada 
lo había querido antes. 
Se empezó, se acabó en él. 
Hoy estoy besando un beso; 
estoy solo con mis labios. 
Los pongo 
no en tu boca, no, ya no… 
- ¿Adónde se me ha escapado? 
Los pongo 
en el beso que te di 
ayer, en las bocas juntas 
del beso que se besaron. 
Y dura este beso más 
que el silencio, que la luz. 
Porque ya no es una carne 
ni una boca lo que beso, 
que se escapa, que me huye. 
No. 
Te estoy besando más lejos. 

  No quiero que te vayas 
No quiero que te vayas 
dolor, última forma 
de amar. Me estoy sintiendo 
vivir cuando me dueles 
no en ti, ni aquí, más lejos: 
en la tierra, en el año 
de donde vienes tú, 
en el amor con ella 
y todo lo que fue. 
En esa realidad 
hundida que se niega 
a sí misma y se empeña 
en que nunca ha existido, 
que sólo fue un pretexto 
mío para vivir. 
Si tú no me quedaras, 
dolor, irrefutable, 
yo me lo creería; 
pero me quedas tú. 
Tu verdad me asegura 
que nada fue mentira. 
Y mientras yo te sienta, 
tú me serás, dolor, 
la prueba de otra vida 
en que no me dolías. 
La gran prueba, a lo lejos, 
de que existió, que existe, 
de que me quiso, sí, 
de que aún la estoy queriendo. 

PARA VIVIR NO QUIERO 
Para vivir no quiero  
islas, palacios, torres. 
¡Qué alegría más alta 
vivir en los pronombres! 
Quítate ya los trajes, 
Las señas, los retratos; 
Yo no te quiero así, 
Disfrazada de otra, 
Hija siempre de algo. 
Te quiero pura, libre, 
Irreductible: tú. 
Sé que cuando te llame 
Entre todas las gentes 
Del mundo, 
Solo tú serás tú. 
Y cuando me preguntes 
Quién es el que te llama, 
El que te quiere suya, 
Enterraré los nombres, 
Los rótulos, la historia. 
Iré rompiendo todo 
Lo que encima me echaron desde antes de nacer. 
Y vuelto ya al anónimo  
Eterno del desnudo, 
De la piedra, del mundo, 
Te diré: 
“Yo te quiero, soy yo.” 

 No rechaces los sueños por ser sueños

No rechaces los sueños por ser sueños.
Todos los sueños pueden
Ser realidad, si el sueño no se acaba.
La realidad es un sueño.
Si soñamos
Que la piedra es la piedra, eso es la piedra.
Lo que corre en los ríos no es un agua,
Es un soñar, el agua, cristalino.
La realidad disfraza
Su propio sueño, y dice:
“Yo soy el sol, los cielos, el amor”.
Pero nunca se va, nunca se pasa,
Si fingimos creer que es más que un sueño.
Y vivimos soñándola. Soñar
Es el modo que el alma
Tiene para que nunca se le escape
Lo que se escaparía si dejamos
De soñar que es verdad lo que no existe.
Solo muere
Un amor que ha dejado de soñarse
Hecho materia y que se busca en tierra.