martes, 24 de diciembre de 2019

EL SURREALISMO


EL SURREALISMO1
Supone la revolución más profunda surgida en la literatura y el arte del siglo XX. Nace en Francia hacia 1920, de la mano de André Bretón, quien publica el primer Manifiesto del Surrealismo en 1924. Es un movimiento que aúna el irracionalismo (movimiento de rebeldía que busca transgredir la lógica, cultivar el absurdo, jugar con el lenguaje por el puro placer de crear) a las ideas de Freud y de Marx.
                Freud había descubierto el subconsciente, fondo psíquico donde se acumulan deseos frustrados por la conciencia moral o social, lo que constituye una energía reprimida que se libera en los sueños y en ciertos actos inconscientes.
                Marx había insistido en el origen social de la represión, fruto de la dominación del hombre por el hombre, de las desigualdades económicas y de las presiones de la moral dominante.
            Sobre estas bases, el Surrealismo pretende ser un movimiento de liberación total del hombre; liberación de los impulsos reprimidos (según Freud) y de las trabas impuestas por la sociedad burguesa (según Marx). Para los surrealistas, lo que llamamos vida no es sino la cara más gris de la realidad: hay que descubrir una “super-realidad” (sur-réalité, de ahí el nombre), que se halla como amordazada en el fondo del hombre, y liberarla.
            Por eso se defiende la libertad de imaginación contra “el reinado de la lógica”. Se deberá escribir “al dictado de un pensamiento libre de toda vigilancia ejercida por la razón”. Para ello, se utilizarán diversas técnicas: la “escritura automática”, el collage, la transcripción de los sueños… pero basta la asociación libre de palabras.
            De ahí la liberación del lenguaje con respecto a la lógica. En un texto surrealista se entremezclan objetos, conceptos o sentimientos que la razón mantendría separados; aparecen metáforas insólitas, imágenes oníricas, uniones inesperadas de palabras.
            Ese lenguaje no se dirige a nuestra razón, sino que –por debajo de ella- quiere despertar en nosotros sentimientos o reacciones también inconscientes. Así, ante un poema surrealista debemos adoptar una actitud nueva; hemos de procurar sentir más que comprender (aunque luego se pueda, hasta cierto punto, “explicar” lo que el texto nos ha suscitado).

1.      La traducción exacta sería Superrealismo; sin embargo, el término Surrealismo se ha consagrado. Pero no hay que olvidar que el prefijo francés “sur-“ significa “sobre” o “super” (no tiene nada que ver con el prefijo español “sub-“).

miércoles, 11 de diciembre de 2019

ORACIONES 2º BACHILLER

ORACIONES COMPUESTAS
1.       Yo supongo por tu expresión que tu padre no ha regresado aún del cine. 
2.       Nos comunicaron que el avión saldría con una hora de retraso. 
3.       ¿Por qué no le dices a tu hermano que venga contigo a Chinchón? 
4.       Espero que al señor que te lo dijo le dieras las gracias. 
5.       Ese despertador gasta cuantas pilas le pongas. 
6.       Gasta cuanto gana. 
7.       Estoy cansado de que mis declaraciones amorosas estén siempre descontextualizadas.
8.       El jefe del departamento de personal es partidario de que negociemos con él la bajada de los sueldos.
9.       Los alumnos de tercero están dudosos de si habrán aprobado los exámenes de pendientes.
10.   El claustro de profesores del instituto está deseoso de que se estrenen la obra teatral. 
11.   El fiscal está convencido (de que conoce al autor de los hechos). 
12.   Entregaron el premio al que tú ya sabes. 
13.   No dio importancia a que llegáramos tarde. 
14.   Esta empresa siempre entrega los mejores incentivos a los que hacen más la pelota al jefe. 
15.   Le tengo mucho miedo a que me despidan de la empresa. 
16.   Todos los habitantes del pequeño pueblo leonés, que no pudieron recorrer el Camino de Santiago, se sorprendieron de que los albergues hubieron sido cerrados por higiene. 
17.   El que llegue primero, propongo, que avise a los demás.  
18.   ¿Qué te parece si yo traigo envueltos en papel de plata los helados? 
19.   Me hace falta que vengas y me eches una mano un rato. 
20.   Que continúen los atentados terroristas me intranquiliza. 
21.   Es curioso que tus hijos todavía no lo hayan descubierto. 
22.   ¿Te parece bien que se celebre la fiesta aunque estés de luto? 
23.   Nunca me preocupó excesivamente que me criticaran por mis errores porque siempre obré en conciencia.
24.   Insinuó que lo esperáramos hasta las seis y luego no vino. 
25.   Me pregunto si habrás hecho bien no aceptando la indemnización. 
26.   El ministro aseguró que se elaborará una nueva ley. 
27.   Los familiares de la mujer agredida, que nunca habían hablado de los malos tratos que esta recibía, decidieron denunciarlos. 
28.   De estar yo allí, no hubiera sucedido eso.
29.   Los escolares, que estaban extenuados tras la marcha, cenaron estupendamente.
30.   Si tuviera suerte, jugaría a las quinielas.
31.   Llamé a Juan, que acababa de llegar, para decirle su turno de la semana próxima.
32.   El acusado, sin responder palabra, miró fijamente al juez.
33.   El convite será en el Hotel Fonseca, que aparece señalado en el mapa.
34.   Superó todos los problemas como pudo en aquella situación tan complicada de su vida.
35.   Hablan bien de ella, por donde va.
36.   Tu profesor se altera los días previos al examen cuando está explicando los ejercicios de álgebra. 
37.   Ya me levantaba yo cuando me llamaron mis amigos.
38.   Terminadas sus oraciones, cerró los ojos y se durmió plácidamente.
39.   Allí donde pisa, no nace la tierra. 
40.   El catedrático Conti miró a Giovanni con expresión áspera cuando este se presentó en su despacho.
41.   Al salir de la discoteca, Javier estaba radiante de alegría.
42.   Nos vemos donde tú sabes.
43.   Disfrutaré de mi juventud mientras el cuerpo aguante.
44.   Tan pronto como firme el contrato, empezaré el proyecto.
45.   El catorce de enero de 1922, Emma, al volver de la fábrica de tejidos, halló en el fondo del zaguán, una carta, fechada en Brasil, por la que supo que su padre había muerto.
46.   Que Ana contestara de esa forma fue bochornoso. 
47.   Todos los asistentes a la convención tenían interés de que se terminara pronto la ceremonia de clausura.
48.   El padre de Ena, que había venido de Barcelona por unos días, a la mañana siguiente me vendría a recoger para que lo acompañara en su viaje.
49.   Salió del club sin que lo vieran.
50.   Tengo la seguridad de que muchos superarán la prueba. 
51.   Cuando me veía leer El Quijote, mi padre me preguntaba si lo estaba entendiendo.
52.   Me encontré a María en el cine harta de esperar a su amigo Carlos. 
53.   Te digo al llegar que, aunque las olas de tus años te muden, siempre es igual tu sitio.
54.   Los hábitos o necesidades de los individuos no determinan en qué dirección se producirán las mutaciones.
55.   Sería interesante tener la información de si las pruebas se corresponden con nuestras sospechas. 
56.   A los dos los considero muy competentes en ese terreno. 
57.   ¿Qué harías tú si Adelita se fuera con el comisario?
58.   No te fíes de ellos o van a volverte loco. 
59.   La competición será ganada por el que antes consiga superar todas las pruebas. 
60.   Aunque no quieras reconocerlo, tú fuiste el causante de todos los problemas.
61.   Ya que me quieres tanto, demuéstramelo con hechos.
62.   Aunque Eduardo Mendoza es uno de mis escritores favoritos, no me gusta mucho su última novela.
63.   Los cerdos le eran tan familiares que los conocía por sus nombres.
64.   No vas a convencerme nunca de que lo mejor sea olvidarnos de todo por más que repitas cien veces los mismos argumentos.
65.   La gente acudió a la plaza a ver cómo lo construían.
66.   Ella lo tocó en el hombro para recordarle que debía irse a su estudio.
67.   Mira, para que te enteres de lo que vale un peine.
68.   Ayer llovió tanto que el río Manzanares se ha desbordado.
69.   El Museo del Prado es tan famoso que nadie que pasa por Madrid deja de visitarlo.
70.   El día en que nos conocimos era domingo. 
71.   Es sabroso el cocido que sirven en el restaurante Botín. 
72.   La Asociación de Padres de Alumnos hace todos los años un regalo a los que finalizan en el centro.
73.   La pistola con que se mató Larra está en el Museo Romántico de Madrid. 
74.   El avión que vimos era de Iberia. 
75.   La máquina de escribir con la que hice el trabajo está rota. 
76.   Aquella luz que se ve tan brillante es el planeta Venus, el astro vespertino. 
77.   Salvo por situación familiar grave o enfermedad, los alumnos, diariamente, deberán permanecer dentro del recinto escolar durante todo el periodo lectivo, el cual figura en sus agendas.
78.   El náufrago dedicaba todo el tiempo del mundo a que sus plantas no se secaran. 
79.   Algunas personas mayores pensaban en las alegres vacaciones que habían vivido en sus años infantiles.
80.   Tengo la certeza de que Felipe aprobará la oposición. 
81.   A última hora de la tarde, Adela, la jefa, tuvo el antojo de que le dieran un masaje en su dolorido cuello.

miércoles, 5 de junio de 2019

VALLE-INCLÁN


PERFIL HUMANO

Don Ramón María del Valle-Inclán (que se llamaba en realidad Ramón Valle Peña) nació en Villanueva de Arosa (Pontevedra), en 1866. Sin terminar sus estudios de Derecho, marcha a México con afán de aventuras. De regreso lleva en Madrid una vida bohemia. En 1889, a consecuencia de una herida recibida en una riña, pierde su brazo izquierdo. Se casa con una actriz en 1907. Su fama crece tanto por su arte como por su vida llena de anécdotas chocantes. Pero su dedicación a la literatura es absoluta, y no le detienen las privaciones que sufre con su familia. Renunció a una cátedra de Estética; más tarde (1933) aceptó ser Director de la Academia Española de Roma. Pero, enfermo de cáncer, volvió a Santiago, donde murió en 1936.

            Su figura era inconfundible: manco, melena y barbas largas, capa, chambergo y chalina. Pero, por debajo de su excentricidad, está su inconformismo, la entrega rigurosa a su trabajo de escritor y una arrogante búsqueda de nuevas formas.

            Políticamente fue primero tradicionalista; por aversión a la civilización burguesa, que le parecía fea, se aferraba a los viejos valores y se proclamaba “carlista por estética”. Pero, a partir de 1915, da un giro radical: se sigue oponiendo a lo mismo, pero ahora desde la izquierda, adoptando posturas revolucionarias que llegan hasta el comunismo. Con todo, no es fácil separar lo que había en él de convencimiento político y de postura “estética”.

LA OBRA. EVOLUCIÓN.

La amplia producción de Valle abarca todos los géneros. Y en todos se aprecia una profunda evolución, paralela a su cambio ideológico. A grandes rasgos, pasa de un modernismo refinado y nostálgico a una postura crítica expresada en un estilo desgarrado, radicalmente nuevo (recordemos que fue considerado, con escaso acierto, “hijo pródigo del 98”).

LA ETAPA MODERNISTA

            Entre 1902 y 1905 escribe las Sonatas. Son cuatro novelas breves (Sonata de Primavera, de Estío, de Otoño y de Invierno) que recogen las aventuras y amores del marqués de Bradomín, “un don Juan feo, católico y sentimental”. Hay en ellas la visión, entre nostálgica y distante, de un mundo refinado y decadente. Por su estilo, suponen para la prosa española lo que supuso Rubén Darío para la poesía. Es una prosa rítmica, rica en efectos sensoriales, elegante, bellísima.

            Escribe luego algunas de sus Comedias Bárbaras (Águila de blasón, Romance de lobos, Cara de Plata), de ambiente rural gallego, con personajes singulares y pasiones violentas. ¿Son auténtico teatro? Luego se verá. Señalemos ahora que su estilo es más fuerte.

            La evolución estilística se acentúa con la trilogía de novelas La guerra carlista (Los cruzados de la causa, El resplandor de la hoguera y Gerifaltes de antaño, 1908-1909). En ellas, el heroísmo y la brutalidad de la guerra alternan en agridulce contraste. El mismo contraste en el estilo: junto a resabios modernistas, aparece un lenguaje desgarrado y bronco.

            Idéntica evolución se apreciará en su poesía, desde Aromas de leyenda (1907), modernista a La pipa de kif (1919) de tonos “esperpénticos”.



LA ÉPOCA DE LOS ESPERPENTOS

            La consolidación de la nueva estética se da en 1920, con la publicación de Luces de Bohemia, subtitulada “esperpento”. Con esta palabra (cuyo significado habitual era “persona extravagante o absurda”) designa Valle-Inclán a esas obras dramáticas suyas que se basan en una deformación o degradación expresionista de la realidad.

En los “esperpentos” se agitan figuras distorsionadas, fantoches grotescos o conmovedores, presentados con un lenguaje áspero, a menudo soez. Pero, dentro de ese tono, la prosa es de una cuidadísima elaboración, de una creatividad auténticamente genial.

            Todo ello revela una visión ácida y violentamente disconforme con la realidad. El autor se complace en degradarla con una risotada que oculta su amargura. Así, como dijimos, el Valle-Inclán “iconoclasta” aparece cuando los noventayochistas han olvidado su radicalismo juvenil.

OTROS TÍTULOS

            De 1920 son otras obras afines a los esperpentos: el drama Divinas palabras, cuyo mundo brutal extrema el de las “Comedias bárbaras”; o la Farsa y licencia de la reina castiza, caricatura de la corte de Isabel II.

            Más distorsionados aún son los siguientes esperpentos (1921-1927), recogidos con el título conjunto de Martes de carnaval (Los cuernos de don Friolera, La hija del capitán, Las galas del difunto).

            Las mismas características tienen sus novelas de la última época. Así Tirano Banderas (1926), historia “esperpéntica” de un dictador americano, una de las más importantes novelas españolas del siglo XX y de influencia decisiva en Hispanoamérica. O la trilogía El ruedo ibérico, (La corte de los milagros, ¡Viva mi dueño! y Baza de espadas ) en que reaparece la sátira de los tiempos de Isabel II.

SIGNIFICACIÓN Y ACTUALIDAD

            Nunca se insistirá demasiado en el carácter innovador de la obra de Valle-Inclán. Sobre todo de sus obras dramáticas: durante mucho tiempo se pensó que no eran verdadero teatro, sino novelas dialogadas, obras irrepresentables.

            Tales opiniones quedarían desmentidas más tarde: las nuevas concepciones del espectáculo teatral y las nuevas técnicas de la representación han permitido llevar su obra a escena. La verdad es que Valle fue mucho más allá de lo que admitían las convenciones escénicas de su tiempo; y lejos de plegarse a ellas, continuó orgullosamente su obra sin concesiones.

            Hoy es considerado como la máxima figura del teatro español desde los Siglos de Oro y como un dramaturgo que se anticipó a nuevas tendencias del teatro mundial.

            Es uno de los autores más vigentes hoy. Y, en fin, su asombroso dominio de la lengua hace de él uno de los grandes creadores que ha habido en nuestro idioma.

miércoles, 20 de marzo de 2019

JORGE GUILLÉN


Vida
            Jorge Guillén, nacido en Valladolid, fue profesor universitario como Pedro Salinas. Enseño en París, Murcia, Oxford, Sevilla y –desde la guerra- en los Estados Unidos. En 1977 recibió el Premio Cervantes, máximo galardón para escritores de lengua española. Pasó sus últimos años en Málaga, donde muere en 1984.

Poética y estilo
            Guillén ha sido definido frecuentemente como poeta “puro” o poeta “intelectual”. Sus poemas arrancan a menudo de un goce concreto de la vida. Lo que sucede es que parte de una experiencia muy concreta y de ella extrae ideas o sentimientos elevados.
            Su estilo responde a tal orientación. Es un lenguaje muy elaborado que, atento a lo esencial, elimina halagos accesorios (adjetivos) y selecciona y condensa sensaciones o ideas (sustantivos). De ahí que su poesía resulte difícil por su densidad.

Obra: Aire nuestro
            Guillén concibió su obra “como unidad orgánica”; y así, todos sus libros han quedado bajo un título común: Aire nuestro.
a)      Cántico
Durante muchos años, el único libro del autor fue este, engrosado en sucesivas ediciones: eran setenta y cinco poemas en su primera edición (1928) y llegarán a más de trescientos en su versión definitiva (1950).
La palabra “cántico” encierra la idea de “acción de gracias” o de alabanzas. Nos encontramos ante una poesía que exhala entusiasmo ante el mundo y ante la vida. La vida es bella, simplemente porque es vida. Y el poeta se complace en la contemplación de todo lo creado. “El mundo está bien hecho” es el verso que resume su visión de la vida.
Guillén es una notoria excepción por su radical optimismo. Rehuyendo lo nocturno o lo crepuscular, Guillén canta el amanecer o el mediodía, la luz plena; el amor no es sufrimiento, sino la cima del vivir; y la muerte, incluso, es considerada con actitud serena.
b)      Clamor
A Cántico se opone –en cierto modo- Clamor (compuesto de 1950 a 1963). El título equivale ahora a “gritos de protesta”. El optimismo del poeta no le impide ver las “discordancias” del mundo: injusticias, miserias, persecuciones, guerras, terror atómico… En suma, los poemas de este nuevo ciclo dan testimonio del dolor y del mal en sus más diversas formas. Ahora dirá: “Este mundo del hombre está mal hecho.”
Pero la actitud de Guillén tampoco es de angustia o desesperanza, sino de una protesta positiva. Y bajo la denuncia persiste su fe en el hombre y en la vida.
c)      Otros títulos
Si Cántico y Clamor formaban un díptico –cara y cruz de la realidad-, en 1967 se añade Homenaje, libro que recoge poemas a diversas figuras de la historia, de las artes y de las letras, desde Homero a los contemporáneos.
Hasta aquí Aire nuestro quedaba constituido como un tríptico. Pero Guillén siguió creando aún publicó otros dos volúmenes que continúan las líneas anteriores.

Significación
            La obra de Guillén es un caso infrecuente de poesía equilibrada y optimista. En definitiva, y como él dijo es “cántico a pesar de clamor”. Su prestigio fue inmenso dentro de su generación y hoy la crítica ve en Cántico una de las cimas de la lírica española del siglo XX.

POEMAS


Equilibrio

Es una maravilla respirar lo más claro.
Veo a través del aire la inocencia absoluta,
y si la luz se posa como una paz sin peso,
el alma es quien gravita con creciente volumen.
Todo se rinde al ánimo de un sosiego imperioso,
a mis ojos tranquilos más blancura da el muro,
entre esas rejas verdes lo diario es lo bello,
sobre la mies la brisa como una forma ondula,
hasta el silencio impone su limpidez concreta.
Todo me obliga a ser centro del equilibrio.
                                                           (Cántico)
Las doce en el reloj

Dije: Todo ya pleno.
Un álamo vibró.
Las hojas plateadas
sonaron con amor.
Los verdes eran grises,
el amor era sol.
Entonces, mediodía,
un pájaro sumió
su cantar en el viento
con tal adoración,
que se sintió cantada
bajo el viento la flor
crecida entre las mieses,
más altas. Era yo,
centro en aquel instante,
de tanto alrededor,
quien lo veía todo
completo para un dios.
Dije: Todo, completo.
¡Las doce en el reloj!
                        (Cántico)

Beato sillón

¡Beato sillón! La casa
corrobora su presencia
con la vaga intermitencia
de su invocación en masa
a la memoria. No pasa
nada. Los ojos no ven,
saben. El mundo está bien
hecho. El instante lo exalta
a marea, de tan alta,
de tan alta, sin vaivén.
                                    (Cántico)
Perfección

Queda curvo el firmamento,
compacto azul, sobre el día.
Es el redondeamiento
del esplendor: mediodía.
Todo es cúpula. Reposa
sin querer, la rosa
a un sol en cenit sujeta.
Y tanto se da el presente
que el pie caminante siente
la integridad del planeta.
                                   (Cántico)

Sobre su tallo se yergue
blanca ante todos, la rosa.
En este jardín es ella
quien dominó a la redonda
del rico plantel. Un pétalo
va inclinándose a su sombra.
Ni puro ya ni fragante,
se resquebraja, se acorta.
Arrugas hay. Y tendiéndose
por amarillos sin gloria.
Como si hubiese desorden
aumentan y se abandonan.
Algunos pétalos planos
- deformada la corola
ya no círculo de amor-
caen al suelo, no importan.
Florece el jardín en torno
de la que agoniza a solas
y bien descubre ante el sol
los estambres que amontona,
mustios, el centro que fue
tan íntimo. A su hora,
sumisa a la primavera,
muriéndose está la rosa.    
                        (Clamor)
     

lunes, 18 de marzo de 2019

PEDRO SALINAS


Vida

Nació en Madrid en 1892. Fue profesor en universidades españolas y extranjeras: en París, Sevilla, Murcia, Cambridge…, y un gran crítico muy reconocido. Tras la guerra, se marchó exiliado a Estados Unidades donde continuó su actividad docente en universidades norteamericanas. Murió en Boston en 1951.

Trayectoria

Distinguimos tres etapas, de las que destaca la central.

1ª) Hasta 1931 publica tres libros: Presagios, Seguro azar y Fábula y signo. En ellos encontramos “poesía pura”, pero también poemas sobre temas nuevos, “futuristas”: la bombilla, la máquina de escribir, el automóvil…, objetos en los que sabe hallar insospechados sentidos.

2ª) Durante la República Salinas se muestra ante nosotros como un gran poeta amoroso con La voz a ti debida y Razón de amor. (El título del primero está tomado de la III Égloga de Garcilaso de la Vega).

3ª) Tras la guerra compone poemas en los que su fe en la vida lucha con los signos angustiosos de su tiempo, como la amenaza atómica (tema de su poema “Cero”). Sus títulos son: Confianza, El contemplado y Todo más claro.

Concepto de amor

En su segunda etapa el poeta profundiza en la experiencia amorosa saltando de las puras anécdotas a la quintaesencia del amor.

El amor es:
a.       el motor que da plenitud a la vida y sentido al mundo;
b.      es enriquecimiento del propio ser y de la persona amada;
c.       la energía con la que podemos eliminar lo falso y lo negativo de nuestra personalidad;
d.      la fuerza con la que nos liberamos de lo accesorio para ofrecer a la persona amada nuestro yo más auténtico
e.       lo que nos permite ser plenamente uno mismo (nuestra realización personal).


domingo, 17 de marzo de 2019

GERARDO DIEGO


Vida

Nació en Santander en 1896. Como otros muchos poetas de la Generación del 27, Gerardo Diego fue profesor; en concreto fue catedrático de Literatura en institutos de Soria, Santander y Madrid. En 1947 ingresó en la Real Academia. Son muchos los premios que recibió a lo largo de su vida, desde el Nacional de Literatura en 1925 (junto con Alberti), hasta el Cervantes en 1979. Murió en Madrid en 1987.

Dentro de su generación ejerció un importante papel impulsor. Fue fundamental su Antología de 1932 que constituyó casi un “manifiesto” del grupo.

Poética: dos caminos

           La poesía de Gerardo Diego ofrece, curiosamente, dos direcciones muy distintas: la poesía de vanguardia y la poesía “clásica” o “tradicional”. Y ambas cultivadas con la misma autenticidad. Él mismo confesó: “Yo no soy responsable de que me atraigan simultáneamente el campo y la ciudad, la tradición y el futuro; de que me encante el arte nuevo y me extasíe el antiguo; de que me vuelva loco el capricho de hacérmela –nueva- para mi uso particular e intransferible.”

            Tanto los poemas de un tipo como de otro se caracterizan por una gran maestría técnica. Y con igual dominio aborda los temas más diversos, ligeros o profundos.

Obra

            En la línea vanguardista es el máximo representante español del Creacionismo que defendía el puro juego de la imaginación, que la poesía debía “crear” un mundo propio, ajeno a la realidad (aunque derivado de ella). Él mismo lo expresó con estas palabras: “Creer lo que no vemos, dicen que es Fe; crear lo que nunca veremos, esto es la Poesía.”

            A este tipo de poesía pertenecen sus originales libros Imagen (1922) o Manual de espumas (1924).


            Dentro de la línea tradicionalista, encontramos los temas y formas más variados. Destacan sus sonetos, romances, décimas… pero también emocionan sus cancioncillas de tipo popular.

            En esta vertiente podemos citar Soria (1923), Versos humanos (1924), Versos divinos (1938-1941) y, sobre todo, Alondra de verdad  (1941), espléndida colección de sonetos, entre otros muchos títulos.


DÁMASO ALONSO



Vida: profesor y poeta


Nació en Madrid, en 1898. Estudió Derecho y Filosofía y Letras. Fue catedrático de las Universidades de Valencia y Madrid. Perteneció a la Real Academia Española, de la que fue director, y a la de la Historia. En 1978 recibe el Premio Cervantes. Murió en 1990.

            Como profesor, marcó a numerosos discípulos y visitó universidades de todo el mundo. Como investigador y crítico, son apasionantes sus estudios de Literatura, sobre todo sus comentarios sobre Góngora.

            Como poeta, sólo su producción inicial puede adscribirse al grupo del 27, de cuyos miembros fue fraternal compañero. Su poesía más importante desborda aquellos cauces y pertenece en realidad a la poesía de posguerra.

Los comienzos


            Su primer libro, Poemas puros: poemillas de la ciudad (1921), se caracteriza por un “tono cándido, limpio y emocionado”. Hay en él influencias de Machado y de Juan Ramón Jiménez, junto a vetas neopopularistas. Semejante es su segundo libro, El viento y el verso.

Un libro capital: Hijos de la ira


            Veinte años más tarde, en 1944, Dámaso Alonso sorprende con este libro estremecedor. Obra fundamental de la posguerra, es la cima de lo que el mismo autor llamó “poesía desarraigada”, la de quienes no se sienten a gusto en un mundo que les resulta “un caos y una angustia”.

            Hijos de la ira es, ante todo, un grito desgarrado ante la crueldad, el odio, la injusticia, la “podredumbre”. Y encierra angustiadas preguntas sobre el sentido de la vida, sobre la mísera condición humana.

            Sus poemas están escritos en versículos vehementes, obsesivos, alucinantes, que recuerdan el ritmo de los Salmos bíblicos. El lenguaje, desgarrado, no excluye palabras duras, “antipoéticas”. Es un estilo polarmente alejado del de la poesía “pura”.

            De entre sus poemas destacan De profundis, Insomnio, y sobre todo Mujer con alcuza, impresionante parábola de la vida humana y uno de los mayores poemas de nuestra lírica contemporánea.

            Hijos de la ira ejerció una influencia decisiva en la poesía “existencial” de la posguerra.

Otros libros de poemas


            Del resto de su obra poética, citemos Oscura noticia (cuyo tema es la muerte, esa noticia oscura que todos hemos recibido) publicado el mismo año de 1944, pero con poemas de distintas épocas, Hombre y Dios (1955) y Duda y amor sobre el Ser Supremo (1986). Si Gerardo Diego escribe una poesía religiosa de corte tradicional, Dámaso Alonso representa la religiosidad angustiada de la posguerra española.

martes, 12 de marzo de 2019

GERARDO DIEGO POEMAS


                     Triunfo


Del oriente al ocaso
                              estalla un arco de triunfo

Elefantes atónitos
                           pastan en los oasis de mis ojos

                                    Y el viento se ilumina
                                    en el fondo del mar

Mi pecho no se cansa de disparar

La vida
             ciudad maldita
                                     empieza a arder

Hagamos      de      todos       los     gritos
                  una      sola       mujer


El ciprés de Silos

Enhiesto surtidor de sombra y sueño
que acongojas al cielo con tu lanza .
Chorro que al cielo casi alcanza
devanado a sí mismo en loco empeño.

Mástil de soledad, prodigio isleño;
flecha de fe, saeta de esperanza.
Hoy llegó a ti, riberas del Arlanza,
peregrina al azar, mi alma sin dueño.

Cuando te vi, señero, dulce, firme,
qué ansiedades sentí de diluirme
y ascender como tú, vuelto en cristales,

como tú, negra torre de arduos filos,
ejemplo de delirios verticales,
mudo de ciprés en el fervor de Silos.

Romance del Duero

Río Duero, río Duero,
nadie a acompañarte baja,
nadie se detiene a oír
tu eterna estrofa de agua.
Indiferente o cobarde,
la ciudad vuelve la espalda.
No quiere ver en tu espejo
su muralla desdentada.
Tú, viejo Duero, sonríes
entre tus barbas de plata,
moliendo con tus romances
las cosechas mal logradas.
Y entre los santos de piedra
y los álamos de magia
pasas llevando en tus ondas
palabras de amor, palabras.
Quién pudiera como tú,
a la vez quieto y en marcha,
cantar siempre el mismo verso
pero con distinta agua.
Río Duero, río Duero,
nadie a estar contigo baja,
ya nadie quiere atender
tu eterna estrofa olvidada,
sino los enamorados
que preguntan por sus almas
y siembran en tus espumas
palabras de amor, palabras.

Cuadro

El mantel                        jirón del cielo
es mi estandarte
y el licor del poniente
da su reflejo al arte

Yo prefiero el mar cerrado
y al sol le pongo sordina
Mi poesía y las manzanas
hacen la atmósfera más fina

En medio la guitarra         Amémosla

Ella recoge el aire circundante
Es el desnudo nuevo
venus de siglo o madona sin infante

Bajo sus cuerdas los ríos pasan
y los pájaros beben el agua sin mancharla

Después de ver el cuadro
la luna es más precisa
y la vida es más bella

El espejo doméstico ensaya una sonrisa
y en un transporte de pasión
canta el agua enjaulada en una botella.