domingo, 10 de marzo de 2019

VICENTE ALEIXANDRE



Vida y poética
Nació en Sevilla (1898), pero a los dos años se trasladó su familia a Málaga, y, a los nueve, a Madrid. Estudió Derecho y Comercio, pero se dedicó por entero a la poesía. Tras la guerra, ejerció un profundo magisterio poético, alentando en su labor a los poetas jóvenes y compartiendo sus inquietudes. En 1949 fue elegido miembro de la Real Academia. En 1977, le otorgan el Premio Nobel. Muere en Madrid en 1984. Quedó marcado por el Surrealismo y muy pronto fragua su peculiar estilo. Lo caracterizan las imágenes visionarias grandiosas y el versículo amplio, solemne. Para Aleixandre, “poesía es comunicación”, más que belleza.

Primera etapa

Aleixandre parte de un hondo pesimismo. El hombre es la criatura más penosa del universo: es dolor, angustia. Más valdría ser vegetal o piedra insensible. Y el ideal sería volver a la tierra, fundirse con la naturaleza. Todo ello está expresado con la fuerza y la fascinación de imágenes surrealistas.
Tres libros destacan en esta etapa. En los dos primeros: Espadas como labios, La destrucción o el amor la pasión amorosa es una fuerza destructora que se confunde con la liberación de la muerte. Hay en este libro de los poemas amorosos más intensos de nuestro tiempo. Esta “o” del título no es disyuntiva, sino que tiene un significado identitario.
El tercer título Sombra del Paraíso, supone la “visión del cosmos en su gloria, antes de la aparición del hombre y, con él, del dolor y de la limitación. Es la visión de un edén libre del sufrimiento. El lenguaje poético es bellísimo. Y el libro (publicado en 1944, como Hijos de la ira de Dámaso Alonso) fue un impacto decisivo en el panorama literario de la posguerra.

Segunda etapa

Entre 1945 y 1953 compone Historia del corazón, libro que “supone una nueva mirada y una nueva concepción”. El hombre es visto ahora positivamente. Sigue siendo una criatura que sufre,  pero la solidaridad será ahora el sentimiento clave.
En poemas como “El poeta canta por todosse siente unido a los demás. Otro libro importante de esta segunda etapa es En un vasto dominio.

Tercera etapa

 A los setenta años sorprende Aleixandre con una nueva cima: Poemas de la consumación en 1968. El anciano poeta, que ve la juventud como “la única vida”, canta con tono a la vez trágico y sereno la consumación de su existir. El estilo supone un nuevo cambio: es más escueto, más denso y vuelve a dar entrada a elementos ilógicos y surrealistas, de incalculable hondura.

Semejante profundidad y mayor dificultad alcanzó en su último libro: Diálogos del conocimiento, conjunto de largos poemas filosóficos.

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